Tomando la responsabilidad de los cambios
En el último artículo decíamos:
¿Cómo se cambian entonces las realidades a nivel macro? Muy sencillo, a partir del concepto de masa crítica, es decir, que cuando un cierto número de personas cambian sus realidades personales, y suman la energía y consciencia necesaria para cambiar la realidad consensuada, partiendo de un cambio en el inconsciente colectivo de la humanidad.
¿Porqué
tenemos que hacer este cambio de realidad entre todos y no puede
hacerlo una sola persona que consiga destapar todo su potencial y hacer
el trabajo por los demás? Es decir, si vivimos en una realidad que es
totalmente modificable y manipulable a partir del potencial de nuestra
mónada, ¿no sería suficiente que una sola de ellas hiciera el trabajo a
través de una sola persona que la lograra manifestar en su totalidad?
Cuestión de crecimiento y aprendizaje
A
nadie que llega a los niveles evolutivos necesarios para poder
modificar y aplicar todo su potencial sin restricciones a la
modificación instantánea de su realidad personal se le escapa el enorme
trabajo de crecimiento interior y transformación personal que esto
representa y requiere, y la enorme responsabilidad que se adquiere, para
con el resto, cuando eso sucede. Esto, de una forma u otra, es una
escuela, donde todos estamos por decisión propia matriculados, ya que
fue una decisión consciente de aquello que somos realmente estar donde
estamos ahora. De esa misma manera, si uno llega a esos niveles de
consciencia donde te das cuenta de esto, también te das cuenta que no
puedes cambiar las reglas consensuadas y aceptadas del decorado y del
holograma, pues son las que permiten a otros tener los detonantes y
catalizadores necesarios para alcanzar ese mismo estadio de crecimiento
al que tu has llegado.
Todos los que estamos
encarnando en la Tierra en estos momentos (o lo han estado en otros),
podemos tener acceso a la visión que tiene nuestro Yo Superior o
estratos superiores de cada uno sobre cómo es el “juego” en el que nos
metemos. Está diseñado de esa forma para que el tablero en el cual
experimentamos la vida sea lo más eficiente posible. Lo que percibimos
como control, negatividad, crisis, problemas, son, desde otros niveles
más elevados, oportunidades. A medida que avanza el tiempo lineal y se
acercan posibilidades de “cambio evolutivo”, se requiere que, el nivel
de dificultad, para muchos, se incremente. Eso se manifiesta en
realidades, para algunos, más duras. Pero, desde puntos de vista más
allá de la personalidad, todo es una proyección holocuántica creada por
todos nosotros, increíblemente complicada, multinivel y
multidimensional, en la cual obtenemos todo lo que necesitamos para
poder trascender este ciclo. En general, no se puede permitir que
cambien mucho las reglas del juego, si no las cambiamos entre todos, pues son estas precisamente las que nos hacen evolucionar con extrema rapidez.
Todo tiene una razón de ser
Precisamente
el hecho de que el mundo en el que encarnamos esté tan controlado y
manipulado, es lo que permite que podamos parametrizar nuestras vidas
con lecciones sobre solidaridad, compañerismo, ayuda incondicional,
tolerancia, amor, comprensión, serenidad, paciencia, empatía, etc. De lo
contrario seria imposible imponer este tipo de aprendizaje si no
hubiera piezas en el tablero, a todos los niveles, que permitieran crear
las circunstancias para que esas lecciones y aprendizajes tuvieran
lugar.
Aun así, tenemos todos plena libertad para
crear la realidad personal e individual que deseamos, de ahí todo lo que
os he explicado en los dos artículos anteriores sobre el potencial que tenemos latente y la realidad consensuada.
El tablero de juego tiene unas normas, pero quien no desea verse
afectado por ellas no lo es cuando llega al nivel evolutivo y de
consciencia en el que las entiende, en los diferentes niveles
multidimensionales en los que estas normas aplican, por lo tanto, a
partir de ahí, pocas manipulaciones del tipo que sea llegan a influirle
o a crear disrupciones importantes en su existencia, si esa persona es
capaz de trascenderlas tras haber comprendido su finalidad. Todo depende
del nivel de conciencia y comprensión de la realidad que desarrolle
cada persona gracias a su propio esfuerzo y procesos de alquimia interior.
¿Ayuda externa?
Por
otro lado, hemos oído y se nos ha hecho creer que va a venir mucha
ayuda de fuera a salvarnos y arreglar todo. Y normalmente se oye la
pregunta de porqué no se recibe esa ayuda más directamente o porqué no
se ha recibido ya para poder trabajar contra este sistema más
eficazmente. En general la respuesta que se intuye es que la humanidad
no ha aprendido ni siquiera a cooperar entre sí, y mostrarse de forma no
agresiva los unos contra los otros, por lo que tampoco es seguro para
aquellos que, hipotéticamente, desearan venir a ayudar, hacerlo libre y
abiertamente.
La ayuda que se podría recibir es
muy efectiva, pero debe ser solicitada como asistencia y no como un
rescate que exima de todo trabajo y responsabilidad a nuestra especie.
Una víctima, sea una persona o sea un colectivo, no ha evolucionado al
nivel necesario de responsabilidad personal que permite la asistencia
directa, ya que exige que todo le sea hecho, dado y solucionado. Nada de
ahí fuera responderá a esa petición si no hay un nivel de
responsabilidad “aquí dentro”, como individuos y como especie, que se
haga cargo de revertir la situación y tomar las riendas de la misma. Si
esto sucediera, sería porque el planeta como tal estuviera en peligro,
pero la intervención entonces no sería para salvarnos a nosotros, sino
para salvarla a ella, a la Tierra.
Al fin y al
cabo, el libre albedrio es siempre la libertad de escoger, y de escoger
continuamente, incluso si se escoge no escoger. Siempre habrá fuerzas y
otros que estarán dispuestos a escoger por aquellos que no quieran tomar
las riendas de sus vidas y elegir su destino por ellos mismos, tanto a
nivel individual como global.
FUENTE http://davidtopi.com/
Comentarios
Publicar un comentario